Julia tiene 30 años y es hija de un soldado caído en combate. No llegó a conocer a su padre: ella nacía cuando a él le tocaba morir en Malvinas. Julia ha decidido emprender un viaje, con su bicicleta, desde el norte argentino hasta las islas Malvinas. En todas partes encuentra marcas de su propia memoria: su padre es evocado en el recuerdo de la causa por la que dio su vida.