Nuevo Méjico, 1885. En una tranquila aldea donde se está celebrando una boda, un grupo de forajidos irrumpe asaltando el banco de la localidad. Cuando los bandidos se encuentran huyendo con el botin, se cruzan casualmente con los recien casados y los invitados, iniciándose un tiroteo que acaba con la huida de los malhechores llevándose a la novia como rehén.