La doctora Sam Waters, psicóloga forense, tiene un don especial: su comprensión de las mentes asesinas es tal que puede "visualizar" los crímenes a través de los ojos tanto de las víctimas como de sus verdugos. Su colaboración con la policía ha ayudado a resolver muchos casos pero también ha truncado su vida: un asesino en serie se ha cebado en su marido como venganza.