Tras haber sido criado y adiestrado durante los últimos 17 años como samurái, Yoichi se sorprende cuando su padre le dice que ya no hay nada más que le pueda enseñar, pero ha conseguido que siga su entrenamiento en el dojo de un amigo de su padre. Así que Yoichi deja la tranquilidad de su pueblo para irse a la ciudad y continuar con sus estudios. Por si adaptarse a la ciudad no fuera tarea fácil, termina viviendo con 4 hermanas y tendrá que aguantar un adiestramiento más severo del que imaginaba.