Igor es inexperto y anárquico en su nuevo trabajo, pero, contra todo pronóstico, resulta ser un gran policía y una pieza clave para enfrentarse a algunos de los criminales más buscados y temidos de Moscú. Además, Igor puede conducir un Corvette sin hacer caso a las señales de tráfico, y su jefa en el departamento es una atractiva mujer con la que pronto empezará a tener más química de la aconsejable.